La XI marcha indígena que recorrió cerca de 600 kilómetros entre Trinidad y Santa Cruz resolvió que no dialogará con ministros ni viceministros enviados por el Gobierno central, pues exigen la presencia de las máximas autoridades de los cuatro poderes del Estado, entre ellos el presidente, Luis Arce.
El expresidente de la Asamblea del Pueblo Guaraní y actual miembro del Consejo Continental de la nación guaraní, Celso Padilla, informó a ANF que la columna de la marcha no se reunirá con ministros ni con viceministros, sino con las altas autoridades de los cuatro órganos del Estado.
“Los diálogos no se van a instalar con ministros ni viceministros, sólo con las cabezas de los órganos y el presidente (Luis Arce). Es decir, de los órganos Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral”, dijo.
El Gobierno envió el jueves a tres viceministros para iniciar el diálogo: de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos; de Coordinación con los Movimientos Sociales, Juan Villca, y de Justicia Indígena, Gilvio Janayo.
Padilla insistió en que está “totalmente descartado” dialogar con el nivel de viceministros de Estado, porque su agenda de 14 puntos requiere a las máximas autoridades con capacidad de decisión.
Los aproximadamente 500 marchistas recuperan energías en el polideportivo de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm). Allí aguardan la respuesta de las autoridades de los cuatro Órganos del Estado.
Abdón Justiniano, representante de la marcha, aseguró que esperan la respuesta del presidente, Luis Arce, para luego agendar la reunión. “Queremos conversar de presidentes a presidentes”, dijo.
Por su parte, Ríos afirmó que el Gobierno, a través de la comisión de tres viceministros, está abierto al diálogo sin ningún condicionamiento.
Dijo que esta comisión tiene la función de esperar a que la marcha indígena presente de manera oficial su pliego petitorio, dado que ello permitirá viabilizar el diálogo. Aseguró que las demandas de la marcha solamente las conocen por los medios de comunicación.
Demandas.
Son 16 puntos. El primero, y el más importante, tiene que ver con la tierra y el territorio. Exigen abrogar y derogar las normativas y resoluciones que viabilizan los avasallamientos en territorios indígenas.
“Rechazamos y exigimos la inmediata anulación de todas las resoluciones de los asentamientos ilegales por ser contraria a la constitución y normas internacionales”, dice el documento.
Además, piden la paralización de las actividades extractivas en los territorios indígenas, sobre todo en el polígono 7 del Tipnis.
El segundo punto tiene que ver con el Fondo Indígena, pues piden la restitución del 5 por ciento del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) en beneficio de las naciones y pueblos del oriente, chaco y amazonía.
Hay división entre grupos indígenas
El presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob), Justo Molina, cuestionó a los dirigentes de la marcha indígena por no haber presentado su pliego petitorio y aseguró que éstos son autonombrados.
Molina dijo que el paralelismo en las organizaciones indígenas surge por la intromisión de partidos políticos, como ocurrió anoche cuando miembros de Creemos recibieron a la marcha en Santa Cruz.
Abdón Justiniano, líder indígena que encabezó la marcha, dijo que la Cidob tiene afinidad con el Gobierno del MAS y que, en lugar de defender el territorio indígena, lo entregan.